sábado, noviembre 10, 2007

Y es que es eso. ESO, lo que me defeca de los hidrocálidos

Ayer alegremente me proponía ir a un antro, el Zen. No acostumbro ir a antros, me agradan, pero voy una vez cada mes, cada dos o a veces puedo pasar un semestre sin ir (y, según yo, no me pasa nada). Dije "Por qué no?" y me preparé para ir a esa zona donde los requisitos son ir con zapatos, cabello planchado (en el caso de las niñas), botón de la camisa desabrochado, y, si tienes un coche feo, estacionarlo lo más lejos posible, entre muchos otros.

Ingenuamente llego a dicho lugar y con qué es lo primero con lo que me topo? Con una muchedumbre de somalies rogando y luchando entre ellos mismos por un pedazo de pan (al parecer el último en su especie). Me acerqué un poco más y no, en su mayoría eran mis queridos hidrocálidos wannabe que, al no tener un pedacito de imaginación, decidieron ir TODOS a ese lugar. Justo el día que yo quería ir.

Ahora no tuve pleito con los cadeneros, ni cerca (o cercas, como se dice aquí) estuve de ellos, mucho menos con la Marianita, que desde las alturas estuvo haciendo el intento de que pasáramos. Ahora el pleito es con la maldita gente que no tiene otro lugar a donde ir que a lo "nice" o a lo que está "de moda".

Sí, somos un jodido pueblo pequeñito, no obstante que ya tenemos Liverpool, Zara, Lacoste y próximamente Starbucks, pero aún así hay muchos lugares para visitar en la noche. Hay cafés, hay bares, hay antros, hay antros gays, cines, etc.

Hay algo que me dio gusto de ayer (además de que me fui, claro), que regalaban una botella por cada 4 señoritas en el antro, qué quiere decir esto? Que el antro estaría repleto de "chusma" (véase nacos) que van únicamente a mendigar un poco de alcohol. Y esa chusma que tanto me caga, muy probablemente afectó (por lo menos poquito) a los pretensiosos wannabe's (léase fresas) que también, cómo me cagan.

Ya había ido en otras ocasiones a tal antro y me la pasé agusto. Pienso volver? Sí, pero un día en el que cobren a huevo y no regalen ni un pepino. En serio, te la pasas mucho mejor pagando 50 miserables pesos con tal de que sirvan de filtro para que no vaya cualquiera.

A dónde fui después? A mi casa, pinche Jorge (al rato le reclamo) no me habló.

Sí alguien se siente un poco ofendido por este post, lo que le digo a todos mis queridos cybernautas lectores: da click aquí.

1 comentario:

feuer_seele dijo...

Así es siempre aquí, se entera la gente que te estan regalando una pelusa si vas a pararte afuera del lugar, y toda la raza siempre quiere andar ahí...
Es lo malo del ranchito, no? u_U
Pero en fin, yo aun no socializo en esos lugares, por lo que te dije ayer jaja xD, prefiero billares o cines, como sea ahí si se aperrea no molesta tanto...

Y por lo visto writing the angel esta tomando su prestigio, te felicito por eso =p, muy buen blog